Pues es que...tengo raíces peruanas y este año pude conocer durante un mes parte de mi segundo país. Ha resultado una experiencia vital de una gran magnitud. Siempre he tenido muy presente mi origen, en tanto en cuanto mi padre es de allí y ha hecho que nunca nos sintamos lejanos de esa cultura, esa forma de ser y de ver la vida. Cuánta riqueza hay en el mestizaje, me siento afortunada.
Perú ofrece tantas cosas...son cuatro países en el mismo país: està la parte de la Selva, la de la costa, la de los andes y la de la sierra. Tiene tanta belleza y tanta riqueza arqueológica que, en ocasiones, te hacía sentir abrumado.
Sus gentes son maravillosas: el caracter de los norteños nada tiene que ver con el andino, pero todos ellos conservan esa humanidad y calidez que tanto se añora en sociedades como la nuestra. Sé que no es únicamente por el hecho de ser peruanos, sino por vivir todavía en unos valores que aquí perdimos. Viajar allá hace que los recuerdes.
Una forma en la que hemos tenido presente ese país ha sido a través de su gastronomía y...su música.
Os regalo esta canción titulada: Flor de un día para que la disfrutéis.
http:www.youtube.com/watch?v=Yx5iQMwqXDE
Por cierto: para culturas pre incaicas como la Moche o la Chimu, la Luna era la elejida para el culto ( a diferencia que los incas que adoraban en primer término el Sol), la consideraban más poderosa que el Sol por iluminar la noche y por su influencia sobre el mar, tempestades, crecimiento de las plantas...